Desde Aapresid dieron a conocer casos productivos exitosos en Mendoza, Córdoba y San Juan. Son planteos que agregan valor con la ciruela, el garbanzo y el olivo, y que luego de consolidarse en el ámbito local, comenzaron a abrirse en las exportaciones.
Por Infocampo
A nivel productivo, la diversificación es una llave para que el negocio agrícola sea sostenible y genere valor agregado, sin perder de vista la rentabilidad.
Tanto a nivel local como en cada vez más mercados en todo el mundo, las exigencias de los consumidores son cada vez más elevadas y la diversificación se ha convertido en una variable de peso para la sostenibilidad y el éxito en la agricultura.
En esta línea, la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid) presentó tres casos ejemplares de productores socios de la entidad, que se animaron a dar el paso y expandir su horizonte a cultivos no convencionales.
Sirven, también, como un buen ejemplo para compartir en en el Día del Agricultor y del Productor Agropecuario, que se celebra este domingo 8 de septiembre en Argentina.
PRODUCCIÓN Y SUSTENTABILIDAD
Todo esto, sin perder de vista el enfoque conservacionista que ponían en práctica desde hace años con la siembra directa.
“El valor agregado no solo genera nuevas oportunidades de mercado, sino que también contribuye a la resiliencia y permite a los productores mantenerse competitivos y a la vanguardia en un sector en constante evolución”, señalaron desde la entidad.
El primer caso que mostró Aapresid está vinculado al negocio de ciruelas en Mendoza, que tras consolidarse en el ámbito doméstico en la actualidad, abastecen mercados internacionales.
Ricardo Mazza, de la regional cordobesa Justiniano Posse de Aapresid, comenzaron a dar los primeros pasos en la producción de ciruela en una finca mendocina de 20 hectáreas. En la actualidad y junto a su hijo José, el proyectó evolucionó a 200 hectáreas distribuidas en cuatro fincas y exportan bajo la marca Cirexa.
La adaptación tecnológica y la innovación fueron claves para el éxito y esto incluyó la implementación de sistemas de riego por goteo, protección contra heladas y mecanización de la cosecha; así como la inversión en máquinas para transformar las ciruelas frescas en pasas, y un laboratorio de calidad.
Más allá de los desafíos que presenta el mercado interno, la producción de ciruelas les permitió diversificar sus actividades y ganar un espacio dentro del esquema agroindustrial.
EL GARBANZO, UNA ALTERNATIVA INVERNAL RENTABLE
En regiones como Córdoba, Salta y Tucumán, el garbanzo se posiciona como una alternativa invernal rentable, además de ganar mostrar sus virtudes como antecesor del maíz de segunda.
En la última década, Ariel Masgrau -un productor socio de Aapresid de Montecristo, en Córdoba- pasó de trabajar en pequeñas superficies con esta legumbre a contar con una planta de procesamiento que le permite exportar a más de 30 países.
“El éxito de este cultivo se debe en gran medida al manejo adecuado de las condiciones de siembra y al enfoque en la calidad del grano, factores clave que han sabido resolver para acceder a mercados internacionales”, señalaron desde Aapresid.
Con este fin, perfeccionaron técnicas de cultivo, cosecha y procesamiento, para asegurar la mejor calidad posible.
De este modo, incrementaron los rindes y abrieron nuevas oportunidades de mercado. Otro punto que impulsó a esta producción es la demanda creciente, a partir dehábitos de consumo más saludables. indica que el garbanzo tiene un futuro prometedor en la agricultura argentina.
OLIVATERRA: ACEITE DE OLIVA CON PROYECCIÓN INTERNACIONAL
Por último, los hermanos Horacio y Luis Peroni lideran un grupo de productores en San Juan, que decidieron dar un paso más allá de la ganadería y diversificar sus actividades, incursionando en la producción de aceite de oliva virgen extra.
Junto a otras dos familias, estos hermanos socios de Aapresid de la Regional cordobesa de Los Surgentes-Inriville, formaron la empresa Olivaterra S.A, en donde combinaron sus conocimientos y recursos para aprovechar el potencial de la región y posicionarse con su producción en los mercados externos.
El proyecto se destaca por la mplementación de prácticas sostenibles y el empleo de riego eficiente, monitoreo constante del estado de las plantas y el suelo y técnicas de manejo integrado de plagas y enfermedades.
Otro factor que sumó eficiencia fue la mecanización de gran parte de la cosecha y una fábrica con la última tecnología para el procesamiento del aceite a pasos de las plantaciones. También reutilizan los residuos, para el mantenimiento en las fincas.