El público busca productos con trazabilidad y que no tengan impacto ambiental. A diferencia de mercados como Dinamarca, Suiza y Canadá, en nuestro país queda un largo camino por recorrer.
El vino orgánico se consolida como una opción entre los consumidores y se abre paso en las preferencias a la hora de elegir una etiqueta. A nivel global, el público apunta a productos con trazabilidad y que no tengan impacto ambiental y Argentina no escapa a esa tendencia
“El consumidor en general y eso incluye al argentino, busca productos más sanos, con esa conciencia de que no se han usado productos químicos de síntesis, como herbicidas y pesticidas en su elaboración. También quiere contribuir a la sustentabilidad y empieza a elegir esos productos”, explicó a Infocampo Juan Pablo Murgia, Gerente de Enología de la Bodega Argento.
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Esta bodega, que forma parte del Grupo Avinea -con presencia en el mercado con marcas como Cruz de Piedra, Cuesta del Madero y Pacheco Pereda- es el principal productor de vino orgánico en el país, con fincas en Mendoza y Chubut.
Esta producción requiere de una serie de certificaciones y para pasar de un sistema convencional a orgánico, se necesita una transición de tres años, en donde no deben emplearse agroquímicos como pesticidas y herbicidas. En el caso de Argento, trabajan bajo normas de certificación orgánica, como BRC Food Certificated, Orgánico Argentina y de sustentabilidad económica, como Fair Trade.
PERFIL DEL CONSUMIDOR ARGENTINO
Murgia explicó cómo evolucionó este mercado en nuestro país. ”El consumidor argentino tiene recuerdos de las primeras etapas de producción de vino orgánico hace dos décadas”, sostuvo. Y agregó: “Hoy la calidad de los vinos orgánicos es igual o superior a la de los convencionales”.
El enólogo consideró que a diferencia de mercados con mayor madurez como el caso de Dinamarca, Noruega, Suiza y Canadá, en Argentina queda un camino por recorrer. “Hay un interés creciente y en el corto y mediano plazo, el consumidor argentino se pondrá a tono y empezará a parecerse a esos países”
El mercado para los productos orgánicos es dinámico y muestra un crecimiento sostenido. En el caso del vino, Argento realizó estudios para ver en donde se encuentran las mejores respuestas y concluyeron que la franja etaria de 18 a 24 años es la que mayor respuestas positivas brindó.
PLAN DE INVERSIONES PARA EXPANDIR EL VINO ORGÁNICO
En la actualidad, el Grupo Avinea maneja una superficie de 355 hectáreas bajo certificación orgánica, que es la mayor área a nivel nacional y apuntan a expandirse. Con su Plan Agrícola 2025, que contempla un desembolso de U$S 8 millones, buscarán llegar a 650 hectáreas.
El circuito comercial de la bodega se divide entre un 40% de mercado interno y el resto a la exportación, en mercados de países escandinavos, Suiza, Reino Unido y Canadá, entre los más destacados. En el caso de los orgánicos, se exporta entre el 70% y 75%, pero esperan que la tendencia al consumo de estos vinos en el mercado doméstico se incremente.