Ocurrió en la zona de Lobería, al límite con Necochea. A raíz del viento, las llamas se reactivaron en las últimas horas y estiman que puede haber nuevos focos durante los próximos tres días.
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Por Carola Urdangarin
Después de la derrota con Arabia Saudita, cada partido de la Selección en Qatar 2022 es una fiesta que se vive casi como una final y los horarios de esta Copa del Mundo permitieron incluir a la previa de cada partido un ritual inigualable: el asado.
Sin embargo, un asado pasado de emociones y expectativa pero corto de cuidados, puede hacer mucho daño.
Lo que pasó en el campo de los Bilbao es un claro ejemplo: mientras todos miraban la semifinal Argentina-Croacia y posteaban fotos de Messi y Julián Álvarez en las historias de Instagram, esta dupla de hermanos productores y un grupo de gente que se acercó para ayudar apagaban el fuego en un campo ubicado en Lobería, al límite con Necochea.
UN INCENDIO INCREÍBLE
El fuego empezó cerca del mediodía, provocado por un grupo de personas que decidieron comer un asado al costado del río para esperar el partido.
Messi todavía no había empezado a calentar cuando un vecino llamó por teléfono a Esteban Bilbao, reconocido asesor del sudeste bonaerense, para avisarle del fuego, advertirle que ya había llamado a los Bomberos y que estaba yendo con la disco a tratar de controlarlo.
“Acá está la Argentina que vale la pena. Mientras juega la Selección y todos miran el Mundial, acá hay bomberos, productores, empleados y vecinos peleando con el fuego. Se quemó todo el monte de la casa donde están los caballos y no los pudimos sacar, además de lotes de trigo y girasol”, contaba en este video grabado desde la camioneta mientras se acercaba al foco de incendio.
El fuego había alcanzado unas 15 hectáreas propias de girasol, que representan el 10% de lo que producen en ese campo, unas 30 de trigo de un vecino y el monte del casco del campo, donde estaban los caballos, que fueron rescatados por el empleado de un socio y un contratista del campo vecino que cortaron los alambrados y se metieron a salvarlos.
“Se la re jugaron y ahora los caballos están a salvo en lo de un vecino”, remarca Bilbao en diálogo con Infocampo.
Para el martes a la noche el fuego había sido controlado y solo quedaban columnas de humo en los montes. Lo consiguieron gracias al equipo de emergencia que lideraron los Bomberos y Defensa Civil pero al que se sumaron vecinos (afectados y no afectados), empleados, contratistas que estaban trabajando a 30 km y cuando vieron el humo se acercaron a ayudar, y pusieron a disposición sopladores, palas, discos y todo lo que tenían al alcance.
SE REACTIVÓ
Sin embargo, el viento de este miércoles volvió a encender los montes, y el fuego se escapó al campo del vecino que ya había afectado y quemó otras 70 hectáreas de girasol.
“Hay un montón de viento, por lo que pensamos que esto no se terminó, lo vamos controlando pero las plantas se vuelven a prender de a ratos. Estimamos que tardará unos tres días en terminar”, cuenta Bilbao.
BUENOS VECINOS
El productor y asesor de Necochea admite que todo hubiese sido distinto sin dos cuestiones: por un lado, la ayuda del escuadrón de buenos vecinos, al que en las últimas horas se sumaba el contratista de pulverización con el que trabajan en la zona (Etchegoyen) con un carro de agua que hizo apoyo logístico a las autobombas.
Por el otro, la falta de información y precaución: “Hace mucha falta el conocimiento sobre manejo del fuego entre la gente, porque si ese grupo se hubiese comido el asado y apagado bien el fuego, y el vecino que tenía el trigo seco sin cosechar hacía bien su cortafuegos, no llegábamos a esto”.