Con la digitalización, las decisiones colaborativas y sustentables, también con biosoluciones, la agricultura busca nuevamente un salto de producción.
Nuevas tecnologías, mejores herramientas, colaborativas, complementarias e integrales son algunas de las verticales en las que trabajan las empresas para la agricultura que se viene.
En este sentido, compañías como la hindú UPL están trabajando en una matriz de soluciones agronómicas diversas: biológicas, también químicas más eficaces y sustentables, y digitales.
Primera estimación de área sojera 2021/22: caería en 500.000 hectáreas la superficie
La Bolsa de Comercio de Rosario proyecta que se sembrarán 16,4 millones de hectáreas este ciclo, cuando en 2014/15 superaba las 20 millones.
Este martes, la empresas organizó una conferencia de prensa y, además de presentar novedades, dejó establecida de su visión de trabajo, base para los tecnologías que se vendrán.
La introducción de la charla estuvo a cargo de Rodrigo Ramírez, gerente general de UPL Argentina, quien destacó ya transcurrieron más de dos años desde lanzamiento del propósito “OpenAG”, el cual se centra en facilitar el progreso de toda la cadena de valor agrícola, en la que la marca es facilitadora de la red de sustentabilidad “sin limites y sin fronteras”.
En este sentido, todo la presentación se centró en el “trabajo y avances” que ya “no solo producir, también hay que cotar cómo se está produciendo y su impacto, también hay que aprender de sostenibilidad y transformación digital”, agregó Ramírez.
Como parte del ecosistema integral, colaborativo y diverso en el que trabaja la marca, también está la transformación digital. Al respecto, Laura Lukasik, directora de innovación y transferencia digital, adelantó que, con foco puesto en las personas, UPL está trabajando con la red distribuidores para “interpretar los datos que salen del campo y poner al servicio del trabajo”.
Reconoció que “el primer paso fue el ordenamiento para avanzar juntos con la red, construyendo con nuevos servicios”.
También Diego Gandulfo, director de Marketing, ponderó el uso de las soluciones de manejo que está presentando la marca como parte de las alternativas clave para el manejo eficiente.
También habló de herbicida de contacto “Lifeline”, con un modo de acción totalmente diferencial que permite aplicarlo en maíces resistentes a glufosinato de amonio.
Gandulfo adelantó, además, lo que se viene en soja. Es “GoldLeaf”, una herramienta fungicida, multisitio que actúa sobre la célula del hongo para enfermedades de fúngicas, buscando mayor eficacia y retorno de la inversión. “Este producto viene a compensar las caídas de rendimiento por el Impacto de las enfermedades, que oscila entre 300 a 1.000 kilos”, aseguró el gerente.