Una resolución conjunta de los Ministerio de Agricultura y de Desarrollo Productivo introduce nuevas pautas para autorizar envíos de cortes bovinos al exterior: frigorífico que no provea «cortes cuidados» no podrá exportar.
A través de la Resolución Conjunta 4/2022 publicada este viernes en el Boletín Oficial, los Ministerios de Desarrollo Productivo y de Agricultura, Ganadería y Pesca decidieron introducir nuevos controles a las exportaciones de carne bovina.
La medida se da en el marco de las denuncias que ha venido formulando el Gobierno, a través de la Secretaría de Comercio Interior, de un incumplimiento por parte de los frigoríficos de la provisión de cortes a precios “populares” al mercado interno.
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El registro de exportaciones de venta de vinos fraccionados es el mayor de la historia, superando al de 2012.
Esto derivó hace un mes en la amenaza de las empresas de dejar de participar del programa “Cortes cuidados”, que llevó al Gobierno a intimarlos a que si lo hacían, no les dejaría comerciar con el exterior.
Además, desde la Nación argumentan también que es necesario tomar esta determinación ante una nueva escalada de los precios internacionales de la carne.
Intervención a la carne
En concreto, la resolución conjunta establece, en primer término, que la Secretaría de Comercio Interior “informará a la Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario (DNCCA) los incumplimientos, en el marco de su competencia, a los acuerdos de precios y/o normativa aplicable a la industria de carne vacuna concretados por parte de los sujetos obligados”.
Acto seguido, la DNCCA “observará las Declaraciones Juradas de Operaciones de Exportación de Carne (DJEC) según lo informado por la referida Secretaría de Comercio Interior, hasta que ésta informe que los sujetos obligados hayan cumplido con el régimen aplicable”.
Fundamentos
A la hora de fundamentar los motivos de esta determinación, desde el Gobierno volvieron a usar el argumento del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania que “añade mayores riesgos a la seguridad alimentaria, ya que afecta de forma significativa el abastecimiento global de productos alimentarios y genera alzas en los precios internacionales”.
En ese sentido, cita el aumento del índice de precios de los alimentos que mide la FAO, que fue del 3,9% intermensual en enero y 20,7% anual, mientras que en el caso particular de la carne, fue 1,1% y 15,3%, respectivamente.
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“En febrero, las cotizaciones internacionales de la carne bovina alcanzaron un nuevo récord, impulsadas por una fuerte demanda mundial de importaciones”, subraya el texto normativo firmado por Matías Kulfas y Julián Domínguez.
Y, en ese sentido, considera “que la demanda internacional de carne vacuna y el aumento desproporcionado de los precios a causa de la guerra dificultan el acceso de estos productos a los ciudadanos argentinos”.
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A esto, agrega que hay que sumar la crisis que atraviesa la ganadería por la pérdida de 1,5 millones de cabezas de ganado vacuno, de las cuales 950.000 son vientres, que podría potenciarse por la sequía y los incendios ocurridos en zonas ganaderas muy importantes, como la provincia de Corrientes.
Por eso, “resulta necesario tomar medidas que garanticen el desarrollo de la ganadería argentina en un contexto de equilibrio justo, equitativo y razonable, entre el desarrollo de la ganadería argentina, el mercado de consumo nacional y la capacidad exportadora del país”, concluyen los considerandos.