Una serie de recomendaciones clave para hacer una manejo de la nutrición vegetal eficiente de nitrógeno y fósforo.
El precio de los fertilizantes está por las subes. Con registros en Argentina que superen los 1.500 dólares la tonelada, los productores deberán tomar decisiones sobre qué hacer la nueva campaña que, en principio, puede ser más seca de lo normal. A su vez, deberán producir más, si quieren emparejar las relaciones de precios actuales.
Nuevas bajas para los commodities agrícolas en Chicago: el trigo perforó los U$S 400
En la rueda de hoy los granos finalizaron el día con bajas generales, donde se destacan las del trigo, que cerró debajo de los 400 u$s/tn.
De acuerdo a las índices analizadas por la consultora Tecnoagro (Tecnología Agropecuaria), las actuales relaciones son altas, pero con cierta similitud a las observadas en la campaña 2015/16. Desde la consultora, especializada en temas vinculadas al manejo de los suelos, hay una serie de factores internos que pueden impactar sobre el manejo de la nutrición, como la regulación del acceso a las divisas para el pago de las importaciones (nuevas disposiciones del Banco Central) y/o logística (escasez de gasoil para el transporte en camiones).
PRIMERAS RECOMENDACIONES
En escenarios con relaciones de precios desfavorables, como las que imperan actualmente, es
importante utilizar todas las herramientas y modelos de diagnóstico que permitan ayudar a la definir las dosis de nutrientes a aplicar.
Los análisis de suelos, como así también la utilización de herramientas de sensoramiento remoto presentan muy alta tasa de retorno a la inversión.
En el boletín que publicó Tecnoagro, los analistas indicaron que, “el impacto que puede tener la reducción de dosis de nutrientes es muy variable dependiendo del manejo previo de la fertilidad del suelo y del sistema de fertilización a escala de predio, aspecto no menor cuando se deben tomar decisiones con alto impacto productivo y económico”.
CLAVES PARA NITRÓGENO
Los técnicos de la consultora indicaron que se deben evaluar, no solo la disponibilidad de nitratos en el momento de la siembra, sino también el potencial de mineralización de nitrógeno (N) desde la materia orgánica.
Al diagnóstico y manejo de la fertilización nitrogenada, que incluye la disponibilidad de nitratos y el potencial mineralizable durante el ciclo, se debe contemplar también la oferta hídrica y los posibles efectos de napa, y se debe propender a implementar un programa de nutrición balanceada que permita optimizar las sinergias entre nutrientes.
EFECTO ANTECESOR
De acuerdo a los técnicos de la consultora, las leguminosas aportan nitrógeno al cultivo subsiguiente mientras que las gramíneas tienden a inmovilizarlo.
Así, trigales que vienen de antecesor soja podrían tener algún aporte del nutrientes, mientras que el antecesor maíz generaría alguna inmovilización en el rastrojo.
Sin embargo, trabajos experimentales llevados a cabo en zona núcleo dieron cierta residualidad en trigo derivado del maíz antecesor, cuando éste se lo sembró luego de un cultivo de vicia villosa, sobre todo, cuanto ésta alcanzó altos niveles de producción de materia seca.
Lote de trigo sembrado sobre maizFUENTES
Existen diferencias considerables entre fuentes de nitrógenos en términos de eficiencia, asociadas a los momentos y formas de colocación de los mismos.
Si se decide aplicar urea en superficie, hay que considerar si hay condiciones predisponentes a la volatilización (temperaturas superiores a 15°) o lixiviación. Entonces, se recomienda, o bien, incorporar la urea, utilizar ureas tratadas con inhibidores de ureasa o seleccionar fertilizantes nitrogenados con baja volatilización.
Asimismo, en ambientes con probabilidad de ocurrencia de fenómenos de lavado en el perfil
es aconsejable el uso de inhibidores de la nitrificación.
También los biofertilizantes, fertilizantes foliares, como así también recursos disponibles en la zona como estiércol, residuos y/o efluentes de origen pecuario son tecnologías que pueden contribuir significativamente a la oferta de nutrientes del sistema, permitiendo complementar y/o sinergizar recursos nutricionales de diferente tipo.
CLAVES PARA FÓSFORO
Trigo macollando, en buena condición
En lotes o ambientes que contengan concentraciones de P extractable en el rango de 15 a 20 partes por millón (0-20 centímetros), la reducción de las dosis de fertilización fosfatada tendrá bajo impacto en una sola campaña, mientras que en ambientes que prevalecen deficiencias de fósforo, la penalidad en pérdida de rendimiento puede ser elevada.
La colocación del fósforo tiene una marcada influencia sobre la eficiencia de uso del aplicado. Así, en suelos deficientes, la aplicación localizada durante la siembra permite explorar altas eficiencias agronómicas más elevadas en comparación con fertilizaciones en cobertura total al voleo.
El uso de arrancadores incrementa la performance agronómica de la fertilización a escala de sistema:
Mejor calidad de emergencia y establecimiento del cultivo.
Acceso a fósforo por parte de las raíces incrementando.
La absorción de P en biomasa vegetativa y reproductiva que mejora la tolerancia.
Recuperación a las heladas o adversidades bióticas.
FUENTES
El ciclo del fósforo permite planear y ejecutar la fertilización considerando no solo el cultivo a implantar sino la secuencia de cultivos. Esto permite desacoplar, dentro de ciertos límites, la influencia de los efectos del contexto económico o climático.
La aplicación de starters fosfatados líquidos son especialmente interesantes para garantizar la uniformidad de distribución de los nutrientes en el surco cuando se aplican dosis bajas, y además se pueden combinar con inoculantes biológicos.
A la amplia oferta de fertilizantes fosfatados que existe en el mercado local de fertilizantes, se debe
sumar el uso de bioestimulantes y biofertilizantes, fosforitas reactivas, como así también de “fuentes no tradicionales”